El objetivo de la propuesta que lanzamos desde nuestro grupo de cine y fotografía, el Ojo Obrero, y la secretaria de Prensa del CEADIG: «Filmar en los barrios», consiste básicamente en la realización de documentales o trabajos de ficción que surjan a partir del contacto directo con la realidad de quienes habitan las barriadas más humildes de Capital y Gran Buenos Aires. Villas, edificios ocupados, barrios obreros, comedores comunitarios, comisiones de desocupados, son los ámbitos en los cuales iremos a desarrollar nuestras ideas o desde donde comenzarán a surgir nuevas. Ciertamente el contexto social y político que nos rodea y en el cual estamos insertos tendrá una gran influencia en lo que nos encaminemos, sobre todo teniendo en cuenta la reciente rebelión popular que volteó a Caballo y De la Rua. También en este sentido el grupo que integramos plantea un debate político franco y abierto.
Ante esta realidad, la industria del cine y la televisión que está dominada por los sectores beneficiados por el sistema, se limitan a mostrar las protestas en forma de informe periodístico (muchas veces haciendo eje en la «violencia» y los peligros que esta podría acarrear) y absolutamente disociadas del proceso organizativo (asambleas, debates, elección de delegados, etc) y político (pliegos de reivindicaciones, programas políticos generales) que se está desarrollando. Esto es lógico ya que no quieren mostrar el cómo. No quieren que cunda el ejemplo entre los que aún no están organizados porque saben que frente a un pueblo organizado no pueden triunfar. El proceso por el cuál un barrio, una villa o una casa tomada, llega a constituir un movimiento organizado es lo más rico de la cuestión y lo que a nosotros nos interesaría retratar.
Sin embargo, no pretendemos establecer condicionamientos a los trabajos que se propongan realizar, probablemente en el desarrollo de los rodajes mismos surjan discusiones en torno al objetivo de la propuesta. Bienvenidas sean esas discusiones. Tanto entre nosotros como con la gente que nos encontremos en los barrios.
La razón por la cual decidimos hacer este llamamiento a «tomar» los barrios tiene su relación con el tipo de organización que se da en los mismos, así surgen los piqueteros que pelean por trabajo, por comida, por cambiar la sociedad. Y creemos que debe haber muchas historias para contar, que la gente nos puede acercar o mejor, gente que quiere directamente intervenir con nosotros en la realización. Pasar de protagonista o espectador a partícipe de la producción. De la misma forma en que nosotros pasaremos de productores de las realizaciones a insertarnos en la problemática y las luchas mismas, siendo parte de las mismas en el mejor de los casos. Fusionarnos, quizás resulte como la mejor expresión.
La relación que tenemos con distintas organizaciones barriales y de desocupados a través del Polo Obrero, organización que agrupa y coordina tanto a trabajadores desocupados como ocupados a nivel nacional, es decir a piqueteros, nos permite ingresar a lugares en los cuales de otro modo sería muy difícil o llevaría mucho tiempo de relacionarse, investigar y entrar en confianza con los habitantes del lugar (trabajo de campo). Esto está resuelto en gran medida.
Si tenemos en cuenta que la crisis no tiende a resolverse, sino que por el contrario, día a día se profundiza provocando mayores penurias y más miseria entre los que nada tienen, podemos pensar que continuará la lucha por una salida propia, es decir de la clase obrera piquetera, y no la que proponen los banqueros y sus gobiernos. Con esta focalización es con la que podemos esperar que este planteo de ir a filmar a los barrios se prolongue más allá de este verano y a largo plazo. Por lo tanto tenemos que reunirnos y tirar ideas, tanto de realización como de difusión, y poner en marcha una producción audiovisual llamada a jugar un rol importantísimo en la nueva etapa política que se ha abierto.
Ojo Obrero, noviembre de 2001