Se aprobó el presupuesto INCAA 2018 – Avanza el ajuste en el cine

El Consejo Asesor del INCAA aprobó el Presupuesto 2018 de la gestión macrista. El gobierno prepara la entrega del control de los créditos a la banca privada y un nuevo Plan de Fomento, aún más favorable a los grandes monopolios capitalistas. El movimiento de la comunidad audiovisual debe hacer un balance y retomar la senda de la asamblea y la movilización.

El Presupuesto 2018

El Consejo Asesor del Incaa integrado por representantes de las regiones, representantes de los sindicatos de la rama (Asociación Argentina de Actores AAA y Sindicato de la Industria Cinematográfica SICA), de las cámaras de productores y de las asociaciones de directores tiene la facultad de aprobar o rechazar los actos realizados o propuestos por el ejecutivo del INCAA. En su última reunión, la gestión sometió a votación el Presupuesto 2018 logrando su aprobación con un solo voto en contra.

La votación del Presupuesto consagra el triunfo de la política que inició el gobierno con el Plan de Fomento 2017, que supone un ajuste brutal sobre el fomento al cine independiente y una triplicación de los montos a otorgar a los grandes monopolios capitalistas de la industria.

A su vez, la gestión se apresta a profundizar esa política con la privatización de los créditos que se propone entregar a los bancos.

La relevancia política de la votación

El 2017 fue sin dudas el año de mayor movilización de la comunidad audiovisual. El desplazamiento de Casetta y Rovito, pero fundamentalmente de los funcionarios heredados de la gestión anterior al mando de la administración de las cajas puso de manifiesto la necesidad del gobierno de tomar el control ejecutivo del Instituto, para poder llevar adelante la política expresada en su Plan de Fomento.

Frente a aquel golpe, la primera asamblea convocada por los alumnos de la ENERC que congregó mil personas en el cine Gaumont planteó dos cuestiones nodales: el rechazo al Plan de Fomento y la necesidad de una democratización de la gestión del INCAA.

La orientación del movimiento fue confiscada por el kirchnerismo y el pejotismo que desviaron el eje para emplear la movilización en beneficio de la negociación de sus intereses de camarilla (control de las cajas de derechos de autor y otros negocios). Así, el gobierno logró estabilizar su gestión hasta octubre, cuando anunció a través de una resolución la privatización de los créditos. Produjo así, un nuevo levantamiento.

Fue en Octubre y Noviembre cuando en el debate del movimiento de la comunidad audiovisual se terminó imponiendo el reclamo por el acceso de una representación al Consejo Asesor, por sobre la lucha concreta para frenar la política de concentración y privatización y para conseguir las reivindicaciones del cine independiente a través de la movilización. Advertimos varias veces sobre los límites de esa política llamando a que “los realizadores independientes deb(ían) abandonar la ilusión de que el canal para obtener estas conquistas sea la puesta en funcionamiento del Consejo Asesor” (El ataque del gobierno al cine y la resistencia de la comunidad audiovisual en una nueva etapa. Ojo Obrero, 2/10/2017).

Mientras se sucedían asambleas que votaban tanto la lucha por reivindicaciones concretas (derogación de la resolución 942, rechazo del Plan de Fomento, etc), como el reclamo de la designación del Consejo Asesor y su puesta en funcionamiento, la “mesa de directores” se empeñó exclusivamente en integrarse al CA. Pronto, transformó las asambleas en “jornadas informativas” y rechazó el método de la movilización a cambio de la expectativa en los acuerdos de camarillas en el CA. En la última “reunión informativa” se anunció el pronóstico de que triunfaría el rechazo al presupuesto y se desechó la idea de rodear la reunión del CA con una movilización.

Retomar las asambleas y la movilización

Las “expectativas” no pueden explicarse por fuera de filiación política de los miembros que  conforman el CA. Traducen una esperanza en que los representantes de las provincias (los gobernadores) y los de los trabajadores (kirchneristas de la CTA Yasky) vayan a ponerle un freno al ajuste de Macri. Lo que no sucede en el Congreso, ni en las luchas sindicales, no sucedió en el CA. Los kirchneristas y pejotistas votaron el presupuesto ajustador del macrismo en el INCAA.

El gobierno ha reunido de este modo condiciones políticas para ir a una nueva ofensiva. Es urgente un balance en el movimiento de la comunidad audiovisual. Sólo retomando los métodos de la asamblea, de la elección de su representación y de la movilización podremos parar una nueva ofensiva, así como imponer nuestras reivindicaciones.

 

Ojo Obrero, febrero de 2018