El Ojo Obrero, por definición y por convicción, no pretende desenvolver su actividad por fuera de la realidad política y social que retratamos en nuestras películas. Nuestro objetivo es la transformación social y por lo tanto tampoco nos contentamos con ver y mostrar lo que sucede, discutimos colectivamente y tomamos posiciones concretas, de acción y de lucha.
A partir de diciembre de 2001, somos muchos más los videastas, documentalistas y artistas en general que vinculamos nuestro quehacer cotidiano a la necesidad de denunciar, actuar y luchar contra las indignantes condiciones de vida a las que nos someten diariamente los gobiernos – representantes –  de las patronales. Con este pronunciamiento queremos abrir un debate constructivo y necesario sobre el presente marco político y las perspectivas que se abren para la victoria de las luchas en curso.

¿En qué cuadro se desarrollan, simultáneamente, las tendencias a la rebelión popular y las elecciones de la ciudad de Buenos Aires?
Por un lado tenemos la barbarie capitalista de los salarios de Filmus / Kirchner, la represión PRO de Sobisch / Macri, así como la profunda corrupción que con Skanska hizo saltar también la pus de los Telerman / Carrio -que pretenden hacernos creer que necesitamos un “contrato moral”. Una barbarie y descomposición que encuentra su contrapunto en el conjunto de luchas obreras y rebeliones populares que recorren el país.
Luchas contra la contaminación como las de Gualeguaychú, Ceamse, Esquel o Famatina. Luchas contra el gatillo fácil, la aparición con vida de Julio López y el desmantelamiento del aparato represivo de la dictadura. Luchas de estudiantes por el presupuesto educativo y la democratización de las universidades y colegios. Luchas por aumentos de salarios como las de los docentes, subterráneos, obreros del neumático, gráficos, aeronáuticos, médicos, estatales.
Rebeliones populares como las de Neuquén y Santa Cruz, en este último caso provocando la caída del gobernador –en la provincia del presidente!- y perfilando una salida popular a través de la organización de los trabajadores en masivos cabildos abiertos e intersindicales. Rebeliones populares como la que recientemente protagonizaron los trabajadores –usuarios- del ferrocarril Roca en Plaza Constitución, descargando la bronca por los maltratos acumulados contra uno de los contratistas “estrella” del gobierno K, el famoso vaciador y responsable de la muerte de 14 mineros en Río Turbio, el empresario Tasseli.
Estamos ante un cuadro político y social muy explosivo y los opinólogos de la burguesía comienzan a alarmarse. La Iglesia , preocupada, se propone para “pacificar” las provincias y “pedir por los pobres”, mientras arma un recambio patronal y de derecha ante un posible desbarranque del kirchnerismo. Por otro lado, los trabajadores, cuando salen a romper el techo salarial del gobierno se encuentran con que deben enfrentar también a la burocracia sindical y a los ejecutivos provinciales. Estamos reviviendo la potencia del “que se vayan todos”, la consigna de la rebelión popular que pretendía sepultada el gobierno “nacional y popular”.

Una anécdota aleccionadora…
Desde que realizamos el documental “Así es el subte”, el relato de una de las mayores victorias de la clase obrera de este siglo, no encontramos una coyuntura tan propicia a su recepción como la actual. Esta película condensa tantos elementos presentes en la etapa que obliga a sacar conclusiones. Muestra cómo la lucha por el salario igual a la canasta familiar, el reclamo de reducción de la jornada y la pelea contra la flexibilización, por la incorporación al convenio de los trabajadores tercerizados así como la unidad con los trabajadores desocupados obliga a la clase obrera a desprenderse de la burocracia sindical con el método de las asambleas en los lugares de trabajo y el cuerpo de delegados. Pero no sólo eso; la clase obrera también está obligada, para conquistar sus reclamos, a enfrentar a los parlamentarios burgueses, a desarrollar una lucha política.
En el film se pueden presenciar en acción a muchos de los que hoy forman parte del tridente burgués para estas elecciones tratando de aplastar la lucha de los trabajadores, y en contraposición el importante rol que pueden jugar los representantes obreros al interior de la cueva de ladrones. La escena se presenta de esta manera: Ibarra (el de Cromagnon, claro, el que va con Filmus) veta la ley de las seis horas propuesta por Altamira (un representante obrero que es aclamado por una tribuna colmada de trabajadores del subte) mientras Crespo Campos (de la UCD, que va con Telerman) es expulsado del recinto al grito de ¡que se vayan todos!
Esta “anécdota” retratada en un film militante esclarece más que cien discursos sobre la importancia de obtener bancadas obreras que reivindiquen, refuercen y den un contenido político, socialista, a las luchas populares.

El infaltable epílogo, moraleja o conclusión…
Entonces, frente a este panorama de profundización de las rebeliones populares por un lado y el agotamiento de las formas tradicionales de dominación de la burguesía por el otro, reafirmamos la necesidad de la independencia política de la clase obrera y la lucha por el socialismo. La mayor parte de la izquierda argentina ha perdido esta perspectiva y se encolumna detrás de propuestas nacionalistas, se abstiene del proceso político o directamente se integra a las listas progres de la burguesía.
En función de todo lo dicho, la Agrupación Ojo Obrero de la ciudad de Buenos Aires, en el afán de reforzar en todos los terrenos la lucha reivindicativa y política de los trabajadores contra las patronales y sus gobiernos, llama a votar al PARTIDO OBRERO en las próximas elecciones del 3 de junio. Una lista obrera y socialista que, además de presentar una crítica específica y una plataforma para el campo cultural (ver en http://lucharte.com.ar/node/50), está integrada por probados y honestos luchadores de la clase obrera argentina.

Agrupación Ojo Obrero (Buenos Aires)
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Pronunciamiento debatido y aprobado en la asamblea del 21-05-07, Buenos Aires, Argentina