El ajuste implementado por la gestión del INCAA ha llevado al cine independiente a una situación crítica. Además, se ha sumado la devaluación en curso y la inflación imparable que desvaloriza los ya menguados y atrasados presupuestos, al tiempo que valoriza los equipos e insumos dolarizados. Todo esto tiende a agravarse de la mano de un país en default y bajo la bota del FMI.
Pero el ajuste implementado por el INCAA no fue «uniforme» para todo el cine argentino. Porque mientras se redujeron los montos y acrecentaron las trabas para las vías que utilizamos los realizadores independientes, para los sectores concentrados de la industria se aumentaron los recursos y facilitaron los circuitos. Recordemos que el Plan de Fomento vigente fue diseñado a la medida de estos conglomerados de medios por el ex CEO de Patagonik Group.
El invento de las vías divididas por estimaciones de públicos y los puntajes para permitir o no el acceso a las mismas, fueron el mecanismo para concentrar más aún el fomento estatal. Esta política fue acompañada de una subejecución escandalosa del presupuesto direccionado hacia las producciones independientes. El objetivo de reducir el gasto para liberar recursos estatales y destinarlos a la deuda pública, no fue realizado a costa de los peces gordos, sino de la reducción del cardumen.
Esta lógica de utilización de fondos públicos para fomentar el beneficio capitalista va en sintonía con la realidad del campo de exhibición y distribución cinematográfica. En este terreno el copamiento recontra monopólico por parte de las Majors(Warner, Disney, UIP, Sony Fox) hace casi imposible conseguir salas para el cine independiente. Ni este gobierno ni los anteriores hicieron nada que cuestione este dominio imperialista, por el contrario, con la excusa de no intervenir en la libertad de mercado y en la “libre elección” de los espectadores, han contribuido a la colonización cultural e ideológica imperialista.
Si bien podemos coincidir con algunos planteos de la Mesa de Directores, es indudable que este análisis de clase está deliberadamente ignorado.La mesa de directores, así como las multisectoriales, sindicatos de la industria y cámaras de productores, colocan su denuncia y propuestas en el marco de fomentar una transición ordenada dentro del INCAA (como lo hacen la CGT y las cámaras empresariales para la transición presidencial).
El planteo centrado en respetar el funcionamiento institucional de la ley de cine apunta más a garantizar “seguridad jurídica” para los negocios de la industria audiovisual que a resolver los problemas y necesidades del cine independiente. Para que se destine un porcentaje significativo del fomento cinematográfico al cine que se produce sin contar con un capital previo y con objetivos artísticos, sociales, culturales y/o políticos, debería dejarse de subsidiar a las empresas que cuentan -y de sobra- con dicho capital. Más aún cuando son conglomerados de medios asociados a las Majors.
El cine independiente es un campo específico y tenemos que tener nuestros propios planteos, reivindicaciones y espacios de debate y organización. Puede y debe el cine independiente sumarse a una lucha más general por presupuesto, por transparencia; pero si no tenemos en claro cuáles son nuestros reclamos específicos, seremos una vez más utilizados como tropa de movilización para políticas cosméticas, que a lo sumo agrandan un poquito la boca del embudo.
Por todo lo planteado es que hacemos un llamado a organizar un Congreso de bases del Cine Independiente. Un congreso en el que las bases de todas las asociaciones y gremios del campo audiovisual (realizadores, productores, técnicos, exhibidores, actores, espectadores, estudiantes de cine) nos juntemos para debatir cómo enfrentar esta situación, proponiendo y movilizando a partir de nuestras necesidades y reivindicaciones, con independencia política del estado y las gestiones del INCAA.
Proponemos un Encuentro/Congreso resolutivo del Cine Independiente, a realizarse a inicios de Octubre, antes de las elecciones generales, para elaborar un plan de acción por nuestras necesidades urgentes y definir nuestras propuestas para un Plan de Fomento al Cine Independiente. En lo inmediato, antes de las elecciones generales, creemos que la comunidad del cine independiente debemos organizar la lucha por:
· Un monto de emergencia inmediato para todas las producciones en curso y actualización de presupuestos de acuerdo a la inflación. Pago inmediato de cuotas adeudadas.
· Defensa de la Vía Digital y actualización al 10% del costo medio de película nacional
· Basta de concursos esporádicos. Por una vía permanente de ficción independiente, y una vía de cortometrajes.
· Nombramiento inmediato de comités simultáneos, a propuesta de los realizadores.
· Abajo la censura, programación inmediata en Sala 1 del Gaumont de la película “Escuela bomba”
· Por una red de salas estatales a precios populares
· Apoyo al lanzamiento de films de documental y ficción independientes.