Como indigentes , a los que se lleva una vez por año a comer en un tenedor libre , miles de espectadores pasarán por el BAFICI , para ver en 10 días, algunos entre los centenares de films que, salvo excepciones, jamás se proyectarán en una sala comercial.
Quien tenga el tiempo y el dinero ($5 la entrada), a lo sumo podrá ver 10 a 20 proyecciones.
Corriendo de cola en cola, un público ávido por ver buen cine se atropellará nuevamente para saborear aunque sea un platillo de este inabarcable menú.
Impulsado por la secretaría de cultura de Ibarra y con aportes del Instituto de Cine (INCAA), el Bafici fue presentado como un festival “con independencia ante un cine hegemónico” y como un medio para defender al cine independiente frente a las cadenas norteamericanas de exhibición y distribución . Estas cadenas, que controlan la casi totalidad de las salas, imponen superproducciones bombardeando intensamente a traves de los medios con toda clase de merchandising , cajita feliz incluida. Son las llamadas “producción tanque”.
Se pretende que en 10 días de cine “independiente” se compensen 355 de cine “hegemónico” El Bafici no tiene siquiera la intención de defender el cine nacional ,el que tendrá la escuálida presencia de una industria local que hoy está mas cerca de su extinción que del tan propagandizado boom.
Precisamente en un reciente artículo de la revista Raices Jorge Coscia ,presidente del INCAA, nos aleccionaba sobre el tema y poniéndose del lado de los buenos se preguntaba “¿Debe el Estado regular el mercado en areas tan sensibles como el cine y la cultura?” …“es una lucha entre David y Goliath”.Jurando defender a David termina por confesar que bajo su gestión “se mantiene la hegemonía casi salvaje de la producción norteamercana” y que“En Argentina(donde)hemos estado históricamente entre un 10 y un 20 % … en 2004 …hemos descendido por debajo del 10% en nuestro propio mercado”.
Hollywood tiene hoy el 85% del mercado .Cinemark, Hoyts , Village, manejan un oligopolio que copa las pantallas con centenares de copias.
Además , en caso que una película argentina tenga éxito comercial, harán lobby para levantarla, como sucedió con Luna de Avellaneda : “Sobre la base de las necesidades de las salas y de los distribuidores extranjeros, la película igualmente bajó de cartel”(idem).
La solución según Coscia es la “cuota de pantalla”, medida por la cual las salas estarán obligadas a poner un porcentaje de películas argentinas en cartel, migajas que en el mejor de los casos se repartirán las productoras nacionales mas negreras como Patagonik, Telefé o Pol-Ka.
Por si alguien malinterpretó, Coscia aclara “…no queremos ni podemos expulsar a Hollywood” “No estamos planteando tener el 80% del mercado”, conformandose con “un 20%” y en última instancia con “que Hollywood no nos expulse a nosotros” ,el kirchnerismo pintado de cuerpo entero.
Esta depredación cultural no la sufre sólo el público , también miles de trabajadores de la industria .
A las prolongadísimas jornadas a que obligan a técnicos , editores y laboratoristas se suma el pago en negro o como monotributista, sin obra social ni aporte alguno.
No es casual el desembarco de productoras extranjeras atraidas por los salarios de Nepal sumado a la permisividad del estado en el uso de locaciones (espacio público) casi gratuitas. Sólo en eso consiste el proyecto Buenos Aires Set de Cine.
Con un mega evento de 10 días se blanquea la destrucción de centenares de salas y la concentración del negocio en 2 o 3 cadenas internacionales, una de las cuales, la yanqui-australiana Hoyts, dueña del 25% del mercado, primera lobbysta contra cualquier “cuota de pantalla” está hoy asociada al BAFICI a sala llena , en tanto las salas del INCAA (los “kilometros”) y los cinemóviles están ausentes de la programación.
De Quintín a Peña o fondos públicos para negocios privados
La crisis que desembocó en la eyección de Eduardo “Quintín” Antín , dueño de la revista “El amante”de la dirección del Bafici puso en evidencia que la utilización de medios y recursos públicos para el beneficio privado no es la excepción sino la regla. Acusado de valerse del festival para impulsar su propio evento marplatense fue reemplazado por el coleccionista Fernando Peña, dueño de la revista Film, competidora de El Amante.
Según La Nación el Bafici recibe casi 1 millón de pesos del gobierno porteño, más de 300 mil del INCAA y “generosas donaciones de embajadas, fundaciones y entidades extranjeras a las que se le agregan los abultados auspicios de 75 instituciones y empresas”. Con semejante caja es natural que las “camas” y zancadillas estén a la orden del día.
Para no dejar lugar a dudas de que los buenos negocios continuan, aunque en otras manos ,Peña, actual responsable de la progamación del MALBA, aclara en un reportaje de Clarín que ya no busca confrontar con lo hegemónico : ”Busco una apertura” ¿Hacia adonde ? pregunta Clarín “…que el Bafici se aparte de lo que fue El Amante y se acerque a lo que fue Film y agrega “soy un hombre del Malba, yo no me voy de acá, fue una condición”.No olvidemos que el museo del financista Costantini fue denunciado por los vecinos porque obtuvo una “excepción (habilitación) legislativa con el único objeto de buscar una valorización especulativa de las obras que allí se muestran”.
Asi las cosas el Bafici es concebido como un gran mercado en el que los realizadores pequeños ofrecerán a valores del tercer mundo sus películas a las llamadas productoras internacionales “independientes”, que luego recaudarán millones.
Como en toda la orientación cultural del progresismo kirchneroibarrista, no hay política cultural dirigida a la población , sólo hay postración frente al gran capital y negocios de todo tipo a expensas de los contribuyentes y de los trabajadores del arte y la cultura. Los realizadores no tienen el menor apoyo y los pocos que sobreviven adaptan sus obras a los “estandares” del mercado.
El 10 % de la taquilla que las cadenas aportan al INCAA no representa ni la mitad del valor de una producción menor del “primer mundo”.l Por supuesto, “no hay plata”. Ya sabemos quien se la lleva.
Pero Coscia insiste en que no podemos”destruir el mercado, negándole rentabilidad al negocio de la exhibición”.
Conclusión: El mercado capitalista no puede dar lugar a un cine independiente y nuestros “nacionales y populares” se declaran impotentes frente a sus leyes. Serán los trabajadores organizados los que derrotarán a estos Goliath en decadencia, reestructurando nuestro pais sobre nuevas bases. Sólo así será posible una expresión independiente , tanto en el cine como en el resto de las artes.
El Ojo Obrero, grupo de video que viene registrando las luchas de nuestro pueblo desde el 2000 convoca a los realizadores independientes, a los trabajadores de la industria, a los grupos de cine militante ,a los estudiantes de cine, a reclamar al Estado: Triplicación del presupuesto del INCAA en base a un impuesto especial sobre las ganancias de distribuidoras , grandes salas, productoras y laboratorios.
Control de estos recursos por parte de los trabajadores del cine.
Apertura a cargo del INCAA de una sala por barrio para proyectar todo el año , con entrada a 1 peso, los films que no ingresan al circuito comercial.
Fomento real a los realizadores independientes , en fílmico o en video y a los festivales independientes, con fondos controlados por los mismos.
Basta de contratos basura para los trabajadores de la industria, por el pago del bolo diario , en blanco y con todos los aportes. Aumento salarial . Ningún trabajador bajo la linea de pobreza.
Ojo Obrero. 14-4 2005