El Plan de fomento actual del INCAA (de principios de 2017) instaura un sistema de puntajes que prioriza la taquilla, los antecedentes y la espalda financiera de las productoras. Triplica los montos a recibir por las películas de “audiencia masiva” al tiempo que hace casi inaccesible el acceso para las producciones independientes. Se trata de un plan a la medida de las grandes productoras nacionales y extranjeras, que hace tiempo venían reclamando más dinero para sus negocios y una reducción drástica de las películas nacionales apoyadas por el INCAA (quieren bajar de casi 200 a 60 films al año).
A esta orientación elitista y privatista que se le ha dado al dinero del INCAA hay que responderle con un plan de fomento opuesto: que las majors y grandes medios de comunicación dejen de hacer negocios con fondos públicos! Que todo el dinero disponible se destine al fomento de la producción y exhibición del cine independiente.
En base al éxito de la vía digital documental, que en diez años significó un enorme crecimiento en cantidad y calidad de la producción documental nacional, es necesario implementar una vía de ficción para realizadores sin o con pocos antecedentes. Que se pueda producir con el subsidio necesario, sin depender de créditos ni espaldas financieras. Que la selección de proyectos se realice por comités elegidos por las asociaciones de realizadores.
La partida presupuestaria destinada a la vía digital se ha reducido respecto al año pasado. A esto se suman las dilaciones de trámites y cobro de cuotas. Reclamamos que se aumente el presupuesto para continuar realizando documentales, que se deje de acumular proyectos sin destino y se nombren inmediatamente los comités de evaluación a propuesta de las Asociaciones.
El anuncio de la privatización de los créditos (Res. 942) va en la línea de un negocio financiero para los bancos y una limitación aún mayor para el acceso de quién no tenga las garantías financieras. Fuera los banqueros del cine argentino! Rechazamos también el aumento de los intereses cobrados por el INCAA a quiénes ya tenían créditos aprobados.
Esta política de ataque al cine independiente ya comenzó a reducir drásticamente la producción nacional. Necesitamos volver a poner de pié las movilizaciones y el estado de asamblea permanente del movimiento cinematográfico. Hagamos que cada asociación, centro de estudiantes, agrupamiento realice asambleas de base, que se discutan y aprueben programas y medidas de lucha. Que todo eso confluya en una gran Asamblea en defensa del cine independiente que implemente un plan de lucha.